Author: Empordà SUP Tripper
•15:06
Pasé toda la semana pasada patológicamente ansioso repasando cada 5 minutos todas las previsiones sin que estas dejasen de confirmar algo grandioso: ¡olas, más olas, viento y huracán!


Viernes 19 de Junio
Ya casi es verano, el calor aprieta en cualquier rincón y Barcelona me pone enfermo sin que su rollito “guay-moderno” me sirva de excusa en ningún momento. Así que visto lo visto y tras una doble Nelson de mucha categoría me marcho a Girona a por mi moto. Ni en las webcams ni en el teléfono existen señales de nada interesante. Solo una enorme nube negra como el carbón se acerca lentamente para finalmente estallar y desaparecer, dejando de recuerdo los campos mojados y su olor que me acompañaran durante el camino hacia Pals.

A los pocos quilómetros algo empieza a vibrar en mi bolsillo y como de momento vivo ajeno a extrañas prácticas sexuales con juguetes durante los trayectos en moto sé que es mi teléfono y sé que es Gerard para decirme que hay olas.



Llego a Pals y observo un panorama que hacía demasiado que no veíamos por aquí: nadie en la playa, solo Gerard en el agua, Mónica sacando fotos y un mar totalmente glassy con series perfectas en todos los sentidos.



Eufórico y medio ahogado de la carrera que me meto para llegar al agua sin perder tiempo, empiezo una sesión de esas que por su rareza, me hacen preguntar si allá donde siempre las tienen las disfrutan tanto o igual que nosotros. En cualquier caso da igual, aquí estamos solos con el mar, la puesta del sol roja anunciando Tramuntana y algunos amigos que van llegando al agua.




Va oscureciendo y llega Josep, como siempre tarde y cuando ya no queda memoria en la tarjeta de la cámara. Obviamente esto tampoco importa. El mar y las olas siguen ahí.




Desfallecidos abandonamos y optamos por recargar energías a lo grande en el pueblo visto que las previsiones siguen siendo potentes para todo el fin de semana.




Sábado 20 de Junio

Poco que contar en uno de esos días donde parece que la señora meteorología te está gastando una broma. En contra de todo pronóstico nada sucede como habíamos esperado en un principio pese a que tenemos una sesión de SUP matinal interesante que no termino de disfrutar como tampoco disfrutaré luego de la sesión de windsurf. Quizás por ser incapaz de valorar lo que tenemos, quizás por haber estado obsesionado con un huracán que nunca llegó a entrar cegándome como en otras ocasiones.


Pero por suerte el huracán no entró y la fortuna nos apartó de nuestros caprichos. Por suerte porque un incendio de dimensiones considerables hizo acto de presencia esa misma tarde en Pals, devastando todo lo que encontró pero finalmente controlado. Algo que hubiese sido absolutamente imposible si hubiese entrado la Tramuntana.

Domingo 21 de Junio

La Tramuntana ha estado soplando durante toda la noche con una fuerza bestial. Al llegar a Pals lo primero que nos sorprende es que dos Catamaranes han salido volando y que las condiciones son básicamente “innavegables”. Decido no montar la GoPro a la vela suponiendo que aparecería en Marruecos y tras un amago de parada entramos armados con 3.7 y la botavara entre los dientes.


Esta animal. Los saltos se convierten en pequeños ratos de flotación/desplazamiento lateral en el aire enormes. Aun así se disfruta y aun así las olas aguantan de modo que a los 5minutos el día ya se ha convertido en una de las sesiones de windsurf del año en Pals.


Por la tarde, con la típica bajada del viento, ya se puede navegar con 4.5 y una ola mucho más definida. Así, los jovenzuelos pasamos el rato creyéndonos alguien hasta que Josep nos recuerda con un perfecto/vertical forward que no tenemos ni pu%# idea.

Nada más que añadir a un fin de semana perfecto.

Saül.

Author: Empordà SUP Tripper
•14:45
Suena el despertador, son las 7:30h.
Como si de un ritual se tratara Gerard se levanta de la cama y todavía dormido sube al piso de arriba para ver si divisa el rastro de alguna ola desde la ventana. Desde la cama oigo el click del portátil y puedo adivinar como va abriendo ventanas con todas las webcams de la zona posibles.


Hoy, ni desayuno en la terraza, ni café con leche, ni 5 minutos más. Hay olas y eso significa vestirse a la velocidad de la luz, beber cualquier zumo de la nevera y bajar rápidamente hasta la playa con el coche en modo taxi porque se tarda menos en poner la tabla dentro del coche que encima de éste.

Tres minutos y estamos pisando arena. Gerard descarga las cosas del coche y corre hacia la playa, dejando a su paso las chancletas, las gafas de sol y las llaves del coche mientras me hace señas para que vigile que no nos roben nada.

Viendo el calor que hace en la playa a las 8 de la mañana pienso por un momento que tendría que haberme quedado en la cama o almorzando en condiciones. Pero aqui estoy, con la cámara de fotos como única compañera y unos guiris jubilados haciendo gimnasia pasiva en la orilla.


Hago unas cuantas fotos al azar para ver que tal y me doy cuenta que el sol se refleja en el agua de una manera que hace que las olas de esta mañana sean más especiales de lo normal.
A mi parecer no son olas muy grandes, pero veo a Gerard disfrutando como un enano con cada ola que coge y contagiando esa energía a todo aquel que pasa por allí.


Un señor de unos sesenta años se dirige hacia mí y emocionado me pregunta en francés si éramos nosotros los que ayer a las nueve de la noche estábamos allí con ese chisme raro en la playa. Me río y evidentemente si, éramos nosotros. Me pregunta si el agua no está muy fría a esas horas y yo con mi francés de optativa de bachillerato intento decirle que el chaval está fuerte y que las ganas pueden más que el frío. Me da una palmada amistosa en la mejilla y se aleja satisfecho y sonriendo, volviéndose de vez en cuando para observar a Gerard y su tabla.

Después de unas cuantas miles de fotos decidimos irnos a comer algo y me doy cuenta que a pesar de las horas y horas en la playa bajo todo tipo de condiciones metereológicas, leyendo, cosiendo, haciendo bufandas y nuevas amigas con las que perdernos las mejores olas juuuustamente cuando no estábamos mirando, vale la pena sólo por ver como sonríen Saül, Gerard y Josep al salir del agua después de una buena sesión.

Esa sonrisa te da las gracias por haber cambiado el desayuno por la playa y hace que estemos preparadas para que suene de nuevo el despertador.

Author: Empordà SUP Tripper
•14:48



La llegada del calor (o sea el verano) trajo consigo no solo la calamidad en forma de sombrillas de colores & complementos sino también la ausencia de esa inusual regularidad en forma de olas y/o viento que hemos disfrutado a lo largo del inverno.

Las consecuencias más evidentes de todo ello resultan obvias y se resumirían en los siguientes puntos:

  • No surfeamos.
  • Nos deprimimos y solo comemos como cerdacos.
  • Queremos ir a Hawaii.
  • No podemos ir a Hawaii.
  • No tenemos material de surf para el blog.
  • No podemos convertir el blog en una pseudo guía Michelin con nuestras aventuras culinarias.

Por suerte algún día volverá el invierno y será 3 veces más largo que el verano, pero mientras teníamos que conseguir alguna excusa para mantener vivos nuestros corazones y este blog. ¡Y la excusa llegó en forma de cámara de fotos!


Ya no habrá olas gigantes perdidas por ahí, ni delfines fruto de pseudodemencias ni nada que no quede registrado para siempre.

Así que ayer, aprovechando algún motivo extraño que me permitía librarme del trabajo de hoy, salí disparado hacia la playa para estar a primera hora surfeando lo que fuese con tal de estrenar mi juguete nuevo. Seis treinta, suena el despertador…siete treinta me despierto (lamentable)…a las ocho me meto en Pals con olas bastante pequeñas, un pelín de sideoff y una luz espectacular.


El resultado son algunas fotos, 20mil comidas de cabeza sobre donde montar la cámara y un millón de ganas de volver a tener olas “medio de verdad” para plasmarlas con la cámara. Paralelamente un pequeño malestar me ha ido dando collejas por no haber tenido la cámara antes, pero para eso sirve el futuro, para hacer las cosas que no hicimos en el pasado.
Saül.


Author: Empordà SUP Tripper
•9:31



Trabajar en BCN tiene muy pocas cosas buenas para un gerundense como yo, pero este fin de semana iba a ser largo gracias a no se que festividad exclusivamente aplicable en BCN, así que ¡bien!

Con una previsión un tanto esperanzadora en cuanto a posibilidad de olas & sol salimos dirección Peratallada (pueblo 100% recomendable) a cenar como cerdacos. Sin saberlo, este primitivo acto de ingerir comida innecesaria iba a convertirse en la tónica del fin de semana.

Sábado…nada de nada. En la playa solo hay calor, gente y más gente en un bochornoso ambiente irrespirable así que salimos corriendo para apuntarme a una comida familiar. Tras la siesta, visita a Gonzalo y merienda con Gintonic empapándonos del atardecer. Tras la merendola, cañas en el pueblo, otra cena extra y de postre Gintonic. Ahora si, ya no somos solo gordos sino también alcohólicos.







Domingo…Nos plantamos en la playa cuando las pocas olas que hay están tocadísimas por un maldito viento mientras todo el mundo nos dice que a primera hora estaba perfecto
Visto el panorama vamos dirección a la Fosca donde la colección primavera-verano de “ascazo playero” nos da la bienvenida en forma de un millón de sombrillas, 10 millones de domingueros y un mar absolutamente plano. Así que decidimos improvisar una barbacoa sin barbacoa y nuevamente comer y beber.

Tras la inevitable siesta hasta las mil volvemos a la playa y nuevamente nos dicen que hace un rato estaba perfecto…sin comentarios. Tomamos café y nos invitan a donuts de gordo, de esos rellenos de cosas y cubiertos de cosas que van directas a la coronaria. Tras la ingesta, la única alternativa viable es ir a Begur a pasear entre los “camisas azules” que merodean los fines de semana por la zona y catar unas cañitas más ahora que ya hemos acostumbrado nuestros cuerpos.



Y finalmente llega el lunes. Consumidos por el aburrimiento surfeamos olas de 15cm envidiando a todo aquel con artilugios navegables. Hoy todo parece más divertido que el SUP! Así que después de comer restos de barbacoa, en una explosión de sinapsis decidimos enchufarle una vela al longboard de Gerard. Si, sabemos que no somos ni pioneros ni originales pero con esta pequeña idiotez pasamos relativamente distraídos la ultima tarde de un dantesco fin de semana largo que llegó para recordarnos que el verano ya está aquí de verdad con todo lo que ello implica.


Saül.