Author: Empordà SUP Tripper
•10:06

  • Spot: Pals


  • Rider: Saül Martínez




  • Texto: Saul Martínez


Viernes 6 de Marzo
Hace varios días que el fin de semana no huele a SUP si no a windsurf salvaje. Una previsión de Tramuntana tan extrema como fugaz indica vientos de más de 100 km/h para el viernes, moderándose y muriendo el sábado y dejando olas para domingo. Vamos, un sueño.

Durante el viernes funciono como todos lo hacemos cuando estamos en un sitio queriendo estar en otro y pese a que mis obsesivas miradas a la webcam del Estartit sugieren inviabilidad windsurfística, quiero estar allí.

Finalmente a las 13h salgo disparado. Mis maléficos planes han funcionado pero me queda por delante un tren & las genialidades de Renfe, llegar a Girona, coger cuatro cosas y salir volando hacia Pals. En el tren algún genio decide tirar de la palanca de parada de emergencia poniendo a prueba mi paciencia tanto por el retraso como por la brillante intervención del personal de Renfe.

Al final llego... y sí: Huracan sideoff. Dos en el agua peleando o sobreviviendo o haciendo cualquier otra cosa menos disfrutar diría yo. En cualquier caso como soy malísimo controlando mis impulsos y valorando las circunstancias decido entrar con 3.7 a por todo. Aguanto 4 largos donde consigo surfear 2 olas y trasluchar 3 veces, un mérito, pero me quedo con la majestuosidad del vendaval visto desde dentro, la espuma volando por todos lados y el sinfín de arcoíris que se forman por todas partes.
Sábado 7 de Marzo
He dormido fatal fruto de la ansiedad y el viento que no ha dejado de soplar en toda la noche. A las 8 de la mañana salgo a la terraza y me relajo. Hay un vendaval, sol, buena temperatura. Todo indica que tendremos uno de esos días sin pausa que tanto estábamos esperando.
Me llama Gonzalo viendo el mar desde Begur y todo se confirma. Ahora es cuando vienen las innecesarias en insalubres prisas.

Al llegar panorama excelente en todos los sentidos. Por un lado viento, mucho viento. Un fuerte mistral sopla a unos 40 nudos levantando un gran espray a medida que barre las olas, por cierto no muy grandes, entre 0.5 y alguna de 2m en la serie más grande. Por otro lado muchos amigos, algunos llegados desde lejos tras varios meses, reencontrándose con las maravillas del viento en el Empordà.
Son las 10 de la mañana y toca entrar con 3.7 a tope, casco y decisión. El primer contacto resulta excelente. La Severne Blade rinde a un ritmo perfecto en este tipo de condiciones. Muy difícilmente sientes que vas pasado, siempre percibes control.


Los saltos cobran una dimensión estratosférica en términos de altura y desplazamiento lateral por el viento. Las suerfeadas resultan fáciles y largas. En síntesis, pese al vendaval, ni mucho menos es un día difícil, es un día para disfrutar, destrozarse y agotarse.

Alrededor de la 13, tras previa tregua a base de rachas, el viento sube más y eso no ayuda teniendo en cuenta el cansancio acumulado, luego volvería a normalizarse y finalmente sobre las 16h, como un reloj, murió repentinamente, justo cuando Gonzalo y yo salíamos del agua y decidíamos poner fin a la sesión.
Resultado: Plena euforia y bienestar durante las horas siguientes culminado con no llegar a ver ni la segunda parte del Barça. Exquisito.

Domingo 8 de Marzo
Si me cuentan la película de que “mucho viento hoy-mañana olas” hace 10 años me la creo. Pero he visto 20424626893 veces como el Mediterráneo se ríe de nosotros estando como un plato sopero relleno de aceite de oliva virgen extra 24 horas después de haber sido el infierno.
Así que con pocas expectativas y mucho relax (digo yo que porqué tengo dosis de endorfinas para 3 semanas después del sábado) me planto en Pals y, efectivamente, no es un plato pero lo parece. Aunque de vez en cuando llega alguna serie decente en nuestro ya no tan extraño fondo extraño.
3 horitas de SUP tranquilas, con olas medianas en todos los sentidos y eso sí, un sol, una temperatura primaveral perfecta y Josep que llega tarde pero llega.
Terminada la sesión me doy cuenta de que en la playa hay mucha más gente de lo normal. Gente con sus sillas plegables, los niños gritando, la nevera, el perrito deforme y esa expresión absurda de “soy de aquí de toda la vida, me encanta…pero no vengo nunca”.
El calor primaveral se convierte en escalofrío: Se termina el invierno = domingueros, gente pesada y mucha, muchísima de la característica tontería que flota alrededor del personal que se materializa por aquí cuando vuelve el buen tiempo.
Por suerte mi lunes festivo, con algo más de olas, más frio, más nubes y absolutamente nadie en la playa me permite mantener un atisbo de esperanza para las próximas semanas. Luego inevitablemente llegará el infierno de verdad en Pals.
Saül.
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